Una falla afectó 60.000 cuentas de correo Gmail

Un tercio de los usuarios ya recuperaron los datos de sus casillas

Ariel Torres
LA NACION

Que las nubes son frágiles lo sabe todo el mundo. Sin embargo, los servicios de correo electrónico en la nube de Internet son enormemente exitosos: más de 360 millones de personas usan Hotmail; 280 millones, Yahoo! Mail, y algo más de 190 millones recurren a Gmail. Todos felices, pero el perjuicio causado por una falla en los servidores de estas compañías es potencialmente muy alto.

Eso fue exactamente lo que pasó con unas 60.000 cuentas de Gmail anteayer. Es cierto, como se apresuró a señalar Google, que ese número representa sólo el 0,02% de sus usuarios. Pero como ocurre con los rayos, las estadísticas importan poco cuando la descarga lo golpea a uno. Además, 60.000 cuentas no es un número pequeño.

Desde las 0.40 de ayer, mientras la noticia se esparcía por la Red y los suscriptos acudían a sus casillas para verificar si habían sido alcanzados por el desperfecto, Google fue informando sobre el avance de las reparaciones (www.google.com/appsstatus#rm=1&di=1&hl=es). En el parte de las 17.46 de ayer, la empresa dijo haber revaluado el número de afectados, que pasó de 140.000 a 60.000. También informó que había restablecido el acceso a un tercio de las cuentas alcanzadas por el problema y, según pudo saber La Nacion, los datos almacenados en ellas habían sido recuperados.

Claro que esas personas habrían pasado un lunes más relajado si hubieran tenido una copia de respaldo de sus mensajes. Pero muchos ni siquiera sabían que una falla grave podría borrar sus correos o impedirles ver los que tenían guardados.

Pero, ¿cómo es posible? ¿Acaso los mails que vemos en Gmail, Hotmail y Yahoo! Mail no se encuentran en nuestra computadora? No, y ése es precisamente el problema. La popularidad de estos servicios se debe, sobre todo, a que podemos consultarlos en cualquier momento desde cualquier PC, teléfono inteligente o tablet. Ni siquiera tiene que ser nuestra computadora. Y los correos, fotos, planillas y documentos siempre están ahí. Parece magia, pero dista de serlo.

Es más bien una ilusión. Vemos nuestros correos, los respondemos, almacenamos miles de ellos, pero lo cierto es que esos mensajes y sus adjuntos están almacenados en los servidores de Google, Microsoft o Yahoo!, respectivamente. Gracias a la velocidad de las actuales conexiones con Internet, es como si los tuviéramos en nuestra máquina, pero no es así.

¿Eso significa que si el servicio sufre un corte el lector no va a poder consultar los mensajes guardados? Exacto. Y hay algo más serio. Una de las preocupaciones que existían ayer respecto del percance sufrido por Gmail era que no pudieran recuperarse los datos de todos los usuarios afectados. Al cierre de esta edición, un tercio tenía asegurado este beneficio y, dada la arquitectura redundante que emplean estos servicios, era muy probable que todos salieran indemnes. Pero ¿para qué correr el riesgo?

Aunque los consultamos por medio del navegador (Internet Explorer, Firefox, Chrome, Safari), los correos web también permiten el acceso por medio de un programa de mail convencional, como Windows Live Mail o Thunderbird. Lo bueno de estos programas es que cuando leemos los mails, éstos realmente bajan a nuestra computadora y se guardan en nuestro disco duro. Eso sí, debe configurarse el programa de correo para que nunca borre mensajes en los servidores.

Bastará sincronizar el correo web con nuestra PC regularmente para tener un resguardo más sobre la suerte de nuestros datos. Si el servicio se cae, aunque no será posible enviar ni recibir mensajes, todavía podremos consultar los que tenemos guardados.

En nuestras pruebas, el más fácil de usar fue Thunderbird ( www.mozillamessaging.com/es-ES/thunderbird/ ). Al colocar nuestra dirección de correo electrónico en el asistente de configuración, Thunderbird reconocerá automáticamente si pertenece a alguno de los servicios mencionados en esta nota, establecerá los parámetros para su uso y la dejará lista para que siempre quede una copia de nuestros mensajes en los servidores remotos. De esa forma, podremos seguir viéndolos desde otros dispositivos, como siempre, pero tendremos una copia de respaldo en nuestra PC. Existen también complementos, como Google Contacts y Zindus para hacer backup de los contactos en la libreta de Thunderbird.

• Los mails de los servicios de correo web como Gmail, Hotmail y Yahoo! no se encuentran en nuestras computadoras. Están almacenados en los servidores de esos proveedores, pero no en nuestro disco rígido.

• La ausencia de un backup en nuestras PC puede provocar que, ante una falla como la registrada anteayer, no sólo no podamos acceder a la casilla, sino que perdamos todo el contenido de los mensajes.

• Para no correr riesgos se recomienda acceder a la casilla mediante programas de correo convencionales, como el Windows Live o el Thunderbird; cuando se leen los mensajes a través de estos programas, los mails realmente bajan a nuestra computadora y se guardan en el disco duro. Debe configurarse el programa para que nunca borre los mensajes de los servidores.