La NASA comienza a gritar, pero nadie escucha.

A finales de junio, un centenar de expertos se reunieron en el "Foro Empresarial sobre el Tiempo y el Espacio", SWEF (Spacial and Weather Enterprise Forum) para debatir, no ya sobre los efectos que tendrá sobre nosotros una gran tormenta solar, sino sobre cómo concienciar a la sociedad de la gravedad de la situación en que nos encontramos.

El caso es que los intentos de la NASA por que se tome en serio su preocupación al respecto no están calando tan hondo como ellos esperaban. En 2008, comenzó un proyecto de estudio centrado en la actividad solar, cuyo máximo se espera comience a finales de este año y llegue a su culminación en 2013. A finales de 2010, se puso en marcha, a efectos prácticos, el protocolo de actuación denominado "Escudo Solar" (Solar Shield), contando con la participación de la Red Eléctrica de Norteamérica, donde Estados Unidos y Canadá comenzarían una actuación conjunta para generar simulacros de respuesta ante un posible "gran apagón" provocado por la descarga electromagnética que los científicos esperan con cierta ansiedad. De todo lo cual hemos dado buena cuenta en este blog en varios artículos a lo largo del año.

Pues bien, ahora los científicos están preocupados en cómo hacer para que cada cual asuma su responsabilidad en el asunto, desde las autoridades hasta la ciudadanía en general, pues, como en toda situación de riesgo, el conocimiento de lo que sucede es la base para evitar el pánico y encauzar los posibles escenarios con calma y sensatez. Según el artículo publicado en la página oficial de la NASA:

[... ] en el año 2011, la situación sería mucho más grave. La avalancha de apagones, propagada a través de los continentes por las líneas de energía eléctrica de larga distancia, podría durar semanas o incluso meses, el tiempo que necesitan los ingenieros para reparar los transformadores dañados. Los barcos y los aviones ya no podrían confiar en sus aparatos GPS para la navegación. Las redes bancarias y financieras podrían dejar de funcionar, trastornando de este modo al comercio de una manera que es exclusiva de la Era de la Información. Según un informe del año 2008, publicado por la Academia Nacional de Ciencias, una poderosa tormenta solar, como las que ocurren una vez al siglo, podría tener el mismo impacto económico que 20 huracanes Katrina.

Lika Guhathakurta

El 16 de junio, la doctora Lika Guhathakurta, experta de la agencia estadounidense en clima espacial, en un artículo publicado por The New York Times, lamentaba la situación de apatía con que la sociedad está manejando las informaciones que ellos tratan de expandir. A pesar de que el presidente Obama había firmado un acuerdo de colaboración al respecto con su homólogo británico, David Cameron, al tiempo que la NASA ha comenzado a colaborar con la "Agencia Europea del Espacio", ESA (European Space Agency) en la investigación de la actividad solar para mejorar las técnicas de predicción de tormentas electromagnéticas, Guhathakurta expone que de nada sirven todos estos esfuerzos si la sociedad no sabe de qué va la historia:

But most people have never heard of space weather, which is a problem, because both high and low solar activity have serious effects on life on Earth.

[...] But what good are space weather alerts if people don't understand them and won't react to them?

Uno de los ejemplos más llamativos al respecto que, según la científica estadounidense, reflejan la situación en que nos encontramos, es la conversación entre un colega suyo y un piloto aéreo que desconocía por completo la profesión de estos investigadores. Si alguien tiene que estar bien informado de estos asuntos es, precisamente, un profesional al mando de un avión que, de producirse una anomalía magnética, se quedaría sin aparatos de comunicación en pleno vuelo transoceánico, por poner un sencillo ejemplo. Y estos cacharros, sin equipamiento electrónico, están condenados a ya sabemos qué… porque planear y aterrizar a ojo, como que no…

Pilot: "What do you do for a living?"

Forecaster: "I forecast space weather."

Pilot: "Really? What's that?"

Es asumible que no queramos prestar atención a informaciones procedentes de páginas y blogs como este, ya que lo que no aparece en televisión y medios masivos "no puede ser verdad". No vamos a entrar, al menos aquí y ahora, en por qué tales medios no tratan el asunto y por qué los que mandan en este mundo obvian, o quieren obviar, el tema, seríamos "conspiranoicos" si lo hiciéramos. ¡Pero es que es la propia NASA la que lo está haciendo! Una agencia que tantas críticas ha despertado a lo largo de su historia y ha sido acusada de ocultar datos e información en numerosas ocasiones, con o sin razón, no tengo opinión al respecto, está comenzando a "patalear" por que alguien la escuche, divulgando cuanto puede y expresándose más allá de medios científicos en un intento por llegar a la sociedad con el fin de que se creen protocolos de actuación a nivel civil. La pregunta que a uno se le viene a la cabeza es, ¿estamos locos o qué? Es como si nadie quisiera colaborar en un simulacro de incendios porque su oficina nunca se ha quemado, así que, ¿para qué demonios tendríamos que saber usar un extintor?

Imagen: Siro López

A principios de junio, un video publicado en la página oficial de la NASA recorrió internet como la espuma. En él, Charles F. Bolden, administrador de la Agencia Espacial, insta a sus empleados a estar preparados para posibles eventos catastróficos, de manera que ellos y sus familias sean capaces de afrontar una situación de emergencia y ponerse a salvo de manera rápida y eficaz. Este video fue tachado de alarmista y catastrofista por muchos. ¿La NASA alarmista? Es posible, pero bueno, puede que sea la única manera que está encontrando para hacerse oír. Quién sabe a qué se puede llegar cuando nadie te escucha…