LA GACETA DE SALAMANCA. martes 3 de enero de 2012

 

Carta al presidente Herrera

Marian Vicente. 

MARIAN VICENTE Estimado Herrera: Soy una de los 2,5 millones de castellanos y leoneses defraudados, engañados y decepcionados por usted y por su Gobierno.

No encuentro ninguna justificación para que nos ocultara hace solo siete meses, cuando volvió a concurrir a las elecciones como candidato a la Presidencia de la Junta, que nos iba a subir los impuestos. Usted, al contrario de lo que le ha ocurrido a Rajoy, sabía perfectamente cómo estaban las arcas regionales porque lleva gobernando Castilla y León casi once años y su partido lo lleva haciendo un cuarto de siglo. Por tanto, no puede culpar a nadie ni quejarse de que le han dejado un déficit mayor del previsto.

En su cabeza, o tal vez en la de la consejera Pilar del Olmo, ya estaba seguramente aplicar el "céntimo sanitario", ¡qué digo!, el "centimazo" porque usted no se ha andado por las ramas y nos va a hacer pagar cinco céntimos más por el gasoil y la gasolina, que son casi ocho antiguas pesetas por litro.

Una medida tan injusta como insolidaria, porque como usted sabe nosotros ya pagamos la sanidad a través de los impuestos, pero claro, es mucho más sencillo esto que poner orden en el sistema sanitario, que lo tiene manga por hombro como le ha recordado algún honrado médico que trabaja en uno de los hospitales de Castilla y León. Empiece por eliminar las "peonadas", es decir las horas trabajadas por la tarde y remuneradas con el objetivo de reducir las listas de espera. Continúe por implantar por decreto en los centros sanitarios la jornada de tarde para rentabilizar al máximo los recursos materiales y humanos y por controlar el horario de los trabajadores del sistema nacional de salud, que entran cada vez más tarde y se van cada vez antes. No lo digo yo, lo ha dicho, por ejemplo, Francisco Igea, médico especialista en Aparato Digestivo de Palencia, que ya en septiembre advirtió al presidente del Colegio de Médicos de Castilla y León que no apoyaría un copago que no fuera acompañado de un estricto control del cumplimiento horario de los médicos.

 

Si yo fuera usted, estas palabras, cuando menos, me sonrojarían, porque ponen de manifiesto que es un pésimo gestor, incapaz de controlar su empresa. Del rendimiento, ni hablamos.

 

Usted no quiere enfrentarse a un colectivo que tiene en sus manos la salud de todos nosotros, pero no le importa sangrar aún más a aquellos castellanos  y leoneses que tienen que coger todos los días el coche para cobrar 641 euros al mes, el salario mínimo que el Gobierno de España ha decidido congelar este año.

 

Otra de sus medidas "estrella" es aumentar la jornada laboral 2,5 horas a la semana. Supongo que tendrá bien estudidado a qué se van a dedicar durante ese tiempo los empleados públicos porque, hoy por hoy, a la mayoría los ha dejado usted sin trabajo -lo dicen ellos, no yo-. Todo un síntoma de los malos jefes que son usted y sus consejeros para esta empresa llamada Junta de Castilla y León. Muchas de las competencias y del presupuesto de los distintos servicios de la Junta están hoy en manos de fundaciones, entes y empresas públicos en las que su partido ha conseguido colocar a amigos y conocidos, por su puesto sin haber pasado por una oposición, montando toda una administración paralela hecha a imagen y semejanza del que gobierna.

 

Vamos, que nos ha puesto a todos a régimen estricto, menos a la administración que usted gobierna, que es precisamente a la que recomiendan todos los expertos que ponga a dieta. No se queje de que los funcionarios no trabajan para justificar la creación de tanta fundación. La culpa es de quien tiene la responsabilidad de hacerlos trabajar y no lo hace, es decir, de usted.